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domingo, 9 de septiembre de 2012

Villa La Ñata


Se trata de un circuito de restaurantes que es visitado por miles de personas durante los fines de semana.
Consta de 6 lugares para ir a comer, funcionan en casas y es atendido por sus propios dueños, familiares y empleados.
Con los accesos repavimentados, como el puente que une La Ñata con Dique Lujan, la remodelación del paseo de los artesanos y la remodelación de los paradores, comenzaron a llevar en forma masiva familias y turistas, está dirigido a todo tipo de público.
No pierdas más tiempo y vení a conocer este encantador polo gastronómico!



Carlos Keen, para deleitarse a minutos de Buenos Aires


Carlos keen se encuentra a 83 km de la ciudad autónoma de Buenos Aires, es una pequeña población cercana a su cabecera Lujan que que vivió sus años de gloria entre su fundación en 1881 (llego a tener 4000 habitantes en la decada del 30) y la desaparición del ferrocarril hace ya un poco mas de 30 años. Hoy solo quedan en el unas 400 familias repartidas entre su zona urbana y rural.

Sin embargo, Carlos Keen es uno de esos pueblos que ha sabido salir de la cirsis del ferrocarril con una oferta gastronómica  variada y tradicional .Hace 11 años abrió su primer restaurante de campo y hoy tiene una docena de lugares que invitan a probar su cocina casera  en un ambiente de  paz e intimidad, entre empanadas, picadas, pan casero y pastas humeantes, y al calor de los leños que arden en el hogar.

Entre estos maravillos lugares para almorzar destacamos los siguientes:
Angelus Restaurant: es el pionero de Carlos Keen. Está ubicado en una casona de ladrillos y tiene muestras de arte, que se renuevan cada 3 meses. Se especializa en pastas caseras y fiambres de la zona. Entre otros platos se puede comer sorrentinos de calabaza y albahaca, tallarines caseros al huevo y albahaca, ravioles de verdura y ceso. Se puede comer a la carta o bien elegir un menú que incluye una empanada, tablita de salamín y queso, porción de pastas caseras (a elección) y una porción de la parrilla (vacío, pechito de cerdo, achuras, etc.). De postres hay budín de pan, flan casero y frutas en almíbar.  También tiene  menú infantil ofrece las mismas opciones cuesta el 50%.  Al lado de la Iglesia San Carlos Borromeo /  (02323) 495077 / www.angelusrestaurant.com.ar
 Pago chico: Con un estilo más rústico. Es un auténtico comedor familiar, donde podes comer platos al disco o tomar un chocolate caliente o unos mates en las mesitas de la vereda. Es un lugar muy particular, con discos de vinilo pegados en las paredes, una salamandra que calienta el lugar y una mesa mostrador donde te ofrecen huevos en una canasta o fiambres para comprar. Frente a la antigua estación de trenes. Tel: (02323) 155-48226.
 Restaurante Los Girasoles: es el restaurante de la Fundación Camino Abierto y cuenta con el asesoramiento del prestigioso cheff Martiniano Molina, Aquí ofrecen cocina orgánica con productos de la huerta propia y también pollo, cerdo y conejo de su propia granja y a la hora de los postres marchan el flan con dulce de leche, el arroz con leche y las tortas de chocolate y ricota casera. Julio A. Roca s/n / Tel: (02323) 495041.
 Don José: es uno de los últimos restaurantes en abrir sus puertas en diciembre de 2009. Combina la parrillada con platos al horno de barro. Además tiene granja con animales típicos y juegos de madera para chicos. Los pequeños pueden comer en mesitas ratonas con bancos armados con fardos. Camino a Carlos Keen km. 9 / Tel: 156-447-5453 / (02323) 15-481-036.
Pero en Carlos Keen no solo puede almorzar, también puede disfrutar de estos atractivos:
Museo Rural: es al aire libre con entrada libre y gratuita. Se pueden ver antiguas herramientas agrícolas de la época.
La casa de Noidee: Es la casa de la presidenta de la preservación de Carlos Keen, una fanática de las plantas que tiene un jardín botánico hogareño. En su casa funcionaba la estafeta postal, y ella cuenta la historia del lugar y tiene objetos como si fuera un museo. Sobre calle Mariano Moreno / Tel:  (02323) 495014.
Feria de artesanos: Funciona los fines de semana en la vieja Estación de trenes. Se puede conseguir desde bijouterie de alambre y piedras hasta antigüedades. Entrada libre.
Centro cultural: el auténtico galpón de acopio de cereales fue convertido en un centro cultural, con exposiciones y presentaciones de espectáculos a la gorra para toda la familia. Domingos a las 16.30 hs, (horario de invierno). Frente a la Estación de Trenes.
y si te quedaste con ganas de seguir disfrutado de Carlos keen, podes pasar por estos lugares...
Delicias Carlos Keen: Un almacén de campo que es paso obligado para llevar delicias gastronómicas de vuelta a casa. Gran variedad de productos caseros, desde quesos saborizados hasta vino patero, bondiola y jamón crudo artesanal. Pellegrini 585. 100 mts. antes de la estación de trenes.
Mirando al sur: emprendimiento familiar donde cultivan hongos de la especie gírgolas. Hongos frescos en bandejas de 200 grs., hongos secos en bolsita y también miel artesanal. También se pueden hacer visitas guiadas los fines de semana. Calle Vicente López y las vías / (0223) 49-5057.

En Resumen Carlos Keen es un pueblo pintoresco, perdido en el tiempo y devenido en un polo gastronómico a solo una hora de Buenos 'Aires, nos regala en cada visita, todo su encanto y magia, visitelo!




Tomás Jofre, vení a comer al campo


Tomás Jofre es una localidad que se encuentra en la provincia de Buenos Aires, a tan sólo 12 km de la ciudad de Mercedes, se ubica sobre la ruta provincial Nº12. Es una buena opción para ir a pasar un fin de semana y disfrutar de un tradicional día de campo. 




Ofrece una gran variedad de Restaurantes para que puedas disfrutar de las típicas comidas de campo, entre ellas: escabeches, tablas de fiambres, pollo al disco, empanadas fritas o al horno, pastas caseras y una gran variedad de postres.


Su historia:
En el año 1902 empiezan a llegar familias inmigrantes y edifican algunos ranchos que aun se conservan, tras un loteo realizado por la compañía inmobiliaria LA FRANCO-ARGENTINA, de Jorge Born.
En 1905 llega el doctor Tomas Jofré a los pagos de Mercedes, pero un año antes la Cámara de Diputados a prueba la construcción del famoso "Tren Sáenz"  y una compañía inglesa se hace cargo del mismo. Tomas Jofré (quien fuera legislador y modificara leyes del código penal realizado por Velez Sarsfield), hace un desvio y construye una precaria estación con chapas y delimita un pequeño espacio físico y le pone nombre al pueblito.
Recién en 1911 el gobernador Arias le da el nombre de Jorge Born al pueblo y de Tomas Jofre a la estación de tren, pero a partir de allí surge la confusión sobre la verdadera denominación del poblado. Si bien el pueblo es Jorge Born, todo el mundo lo conoce como Tomás Jofre, el polo gastronómico del partido de Mercedes
Desde la década del 60 este polo gastronómico inicia su boom con Silvano que atraído por la calidad de sus pastas fue ganando comensales de la comunidad italiana primero y luego por el público en general. Mas tarde fue Fronteras quien abrió sus puertas luego que forzadamente debiera cerrar el almacén de ramos generales en el año 1966 por la clausura del ramal del ferrocarril (principal fuente de ingresos de los parroquianos del lugar con el ya extinto "Tren lechero", el que acumulaba los tarros de leche de los campos que se trasladaba hasta Capital Federal).
Mas tarde el auge hizo que abrieran mas lugares de comida campestre tal es el caso de "La Casona" - "De los Viejos" (actualmente Santa Victoria) - "El Reencuentro" (hoy El Establo) - "La Esquina de Campo" - "Mas que Campo" - "La Cabaña" - "Don Quico" - "Cua Cuá" - "La Nonna Inmaculada" - "A Campo Abierto" - "El Gateado" - "El Mangrullo" - "La Querencia" y "La Taba", este último situado en Altamira, caserío ubicado en la misma salida de Tomás Jofré a la vera de la Ruta nacional nº 5.
Hoy Tomás Jofré es por excelencia el polo gastronómico mas reconocido del país, siendo imitado por otros pueblos. Este lugar, sin iglesia ni comisaría de 3 cuadras de ancho por 3 de largo ofrece a sus visitantes la ocasión de pasar un día de campo, con una comida 100 x 100 % casera, paseos en ponys y sulkys, caminatas o paseos en su plaza principal con su tradicional feria de artesanos. VER VIDEO

Visitelos:
Desde Buenos Aires :  Acceso Oeste hasta la ciudad de Luján, bajar en salida a la ruta nacional 5 (Km 62) en dirección a Mercedes. Por la citada ruta hasta el km 91, allí desviar a la derecha por la ruta Prov N° 42 . A 7 km del cruce, usted se encuentra en el pueblo.
Te dejamos el siguiente link para que puedas sumergirte en el mundo de la gastronomía campestre.  SEGUIR LEYENDO













Colonia Caroya: Historia y tradición culinaria (2da parte)


Sus delicias gastronómicas:

Los Chacinados 
La cría de cerdos y de vacunos posibilitó uno de los pilares de su alimentación. Los chacinados eran en Europa, desde tiempos milenarios, una tecnología de conservación de la carne que vino formando parte del patrimonio cultural de aquellos pioneros. Casi como un hecho folklórico de los meses más fríos del año, las familias se juntaban para hacer las típicas carneadas, a partir de las cuales y en jornadas de trabajo compartido entre hombres, mujeres y niños, elaboraban salames, bondiolas, jamones, codeguines, queso de chancho, chorizos, etc. que servirían de alimento hasta el otro invierno. Esta antigua tradición y el característico sabor se fueron popularizando y con el tiempo los chacinados de Colonia Caroya y en especial el salame, se hicieron una marca indiscutida de calidad en todo en país.
 

El vino
 
Compañero inseparable de los chacinados, igualmente poseedor de gran reconocimiento e infaltable en la mesa caroyense, es el vino. A partir de sarmientos traídos de Italia, los colonos destinaron una porción de las fincas para crear pequeñas plantaciones de vid. Con las uvas cosechadas cada año, elaboraban el vino y la grapa. Los tradicionales varietales de Colonia Caroya han sido el Frambua (que se obtiene de uvas Isabella más conocidas en Córdoba como “uvita chinche” , de una perfecta adaptación no repetida en ningún otro terruño del mundo) y el Pinot Negro (llamada uva francesa).

Reconocida como zona vitivinícola de Argentina, Colonia Caroya llegó a tener en su época de mayor producción más de una decena de bodegas. Sin embargo, en el último cuarto del siglo XX, los vaivenes de la economía determinaron una declinación en la producción y el cierre de una gran cantidad de estos establecimientos. 

El proyecto de Reconversión Vitivinícola iniciado a fines de los ’90, mediante el cual se introdujeron cepas finas italianas adquiridas en el vivero de Raucedo (Región del Friuli) que se adaptan excelentemente al clima y al suelo cordobés, sumado a la incorporación de moderna técnicas y al despertar de la cultura del buen vino en la Argentina, han provocado un nuevo auge de la actividad. Ello explica el porqué en la actualidad se pueden encontrar en Colonia Caroya vinos varietales y de corte elaborados a partir de cepas de Cavernet Sauvignon, Malbec, Sirah, Merlot, Chardonnay además de las típicos Frambua y Pinot.
 

La cocina caroyense
Otros sabores que caracterizan la mesa caroyense son las pastas caseras amasadas desde horas tempranas por las manos de tantas nonas gringas. Según recuerdos recogidos de hijos y nietos de inmigrantes, este plato estaba reservado exclusivamente a la tradicional mesa de los domingos y la variedad incluía los tallarines, los ravioles y los ñoquis.
 

Otro símbolo de la mesa diaria era la polenta blanca, poco conocida en Argentina y casi exclusiva de Colonia Caroya, que en algunos momentos llegó a ser un reemplazo del pan por lo costoso que era trigo. La polenta blanca, actualmente de gran consumo, es utilizada para acompañar codeguines o chorizos en uno de los platos más típicos.
 

Pero de la gastronomía caroyense, el plato que ejerce una gran fascinación en los visitantes es la Rognosa, una especie de tortilla de salame y huevo saltado rápididamente en grasa de cerdo que era el desayuno, principalmente de los hombres antes comenzar la jornada de trabajo en el campo.
Este modo de vida, que a través de muchos hijos y nietos de inmigrantes ha perdurado a lo largo del tiempo es el deleite de miles de viajeros que en su paso por Colonia Caroya, se detienen a compartir este Sagrado Ritual ya sea en ocasión de sus Fiestas o simplemente en cualquier momento del año.
Visitela

Para recorrer. Estancia jesuítica Caroya. En ruta E-66, camino a Ascochinga, teléfono (03525)46-2300. Expulsada la orden jesuita de América, en la estancia funcionó la primera Fábrica de Armas Blancas del país. También fue la primera morada de los inmigrantes italianos y hoy acoge al Museo Provincial Casa Histórica de Caroya, Patrimonio de la Humanidad, galardón que le otorgó la Unesco. La avenida San Martín es la postal emblemática de la ciudad y consta de 15 kilómetros arbolados de hermosos plátanos.
Colonia Caroya es un polo gastronómico único, síntesis del legado de la inmigración italiana, enriquecido con el pasado jesuítico. 



Colonia Caroya: Historia y tradición culinaria (1ra parte)


Colonia Caroya es sin dudas un emblema de los polos gastronómicos de nuestra provincia mediterránea de Córdoba, situada a en el departamento de Colon, pedanía las cañas, 55 km al norte de la capital de la provincia ofrece a los visitantes toda la magia de las costumbres italianas arraigadas, donde las costumbres del pasado se unen al presente en un paisaje serrano, cubierto por vegetación autóctona y cristalinos arroyos. La típica gastronomía caroyense no sólo se destaca por su tradición ítalo-friulana sino que está profundamente relacionada con la historia de la localidad

Un pueblo con historia
COLONIA CAROYA se asienta sobre parte de las tierras denominadas originariamente Caroya o Caroyapa, que antiguamente pertenecían a los sanavirones y luego fueron adquiridas por la Compañía de Jesús. Se estima que hacia 1616 comenzó a construirse la Estancia, primer núcleo productivo del sistema organizado por los jesuitas en la provincia de Córdoba.
Culminada la guerra de la independencia, una vez organizado el país y ante la necesidad de la apertura a la inmigración para el poblamiento del territorio nacional, durante la presidencia del Dr. Nicolás Avellaneda se promulgó la Ley que dispuso la fundación de una colonia agrícola ocupando las tierras de la Estancia de Caroya.
El 15 de marzo de 1878 llegaron aproximadamente 60 familias de inmigrantes friulanos (provenientes de la Región del Friuli, noreste de Italia) quienes vivieron en la Estancia de Caroya hasta que pudieron tomar posesión de sus tierras, que eran "monte virgen", sin agua, completamente aislado de lo que eran los centros poblados y sin la posibilidad de contar con los servicios mínimos.

Colonia Caroya, multicultural desde su origen Colonia: receptora de inmigrantes europeos; Caroya: palabra de raíces quichuas- constituye una síntesis del legado de la inmigración italiana, enriquecido con elementos del pasado jesuítico, de la cultura criolla y el aporte de las inmigraciones actuales.
Desde sus comienzos, los colonos agrícolas hicieron del trabajo de la tierra su principal medio de vida. Así crearon pequeñas producciones rurales con sembradíos, huertas, viñas y plantaciones de frutales, gallineros, criaderos de animales, a partir de los cuales todo aquello que producían, lo transformaban en alimentos y conservan que servían para su autoconsumo. El sótano de la casa, era el preciado rincón encargado de guardar este tesoro.
Debido a esta particular mezcla de culturas es que la comida ha tomado un lugar principal dentro de la colonia hasta convertise en el atractivo turístico por excelencia de la zona, donde el salame y el vino tienen un lugar de privilegio.
En simples palabras, tutto fato in casa y sin dejar que se desperdicie el mínimo elemento que tanto sacrificio costó producir.

Polos Gastronómicos y Rutas Alimentarias



Polo Gastronómico: se basa en la transformación de un pequeño pueblo en un polo gastronómico de gran atracción.
Podemos definir al turismo gastronómico como la visita a productores primarios y secundarios de alimentos, festivales gastronómicos, restaurantes y lugares específicos donde la degustación de platos y/o la experimentación de los atributos de una región especializada en la producción de alimentos es la razón principal para la realización de un viaje.

Una Ruta Alimentaria es un itinerario turístico basado en los alimentos típicos de la región. Permite al turista reconocer y disfrutar de forma organizada el proceso productivo agropecuario, industrial y la degustación de la cocina regional.
Ruta del queso - Provincia de Buenos Aires - Argentina
Podemos diferenciar una ruta de un polo, ya que en el polo gastronómico se realizan todas las actividades en un solo lugar pero como muchos oferentes gastronómicos, y las rutas se realizan las actividades en distintos lugares, pero con un eje conductor emblemático y concreto, como por ejemplo: Manzana, Pera, Vino, Leche, Yerba Mate, entre otros.